domingo, 18 de diciembre de 2011

Ascensión (Pablo Sallaberry)

ya dejo a mis ojos de lado    tan inútiles
es que se han incomunicado    tan desechos
                                                        en versos que solo serán hojas


y quien se arrime donde estos hoy cuelgan    se llamara forastero

quien vierta algún color ajeno    será suavemente asesinado

quien pueda verte reflejada en ellos    será un sabio mensajero 

será quien despoje tu camino cuando llegue la hora de cosecharlos


por esta noche     dejo a este todo un cuerpo salitre

                                       una piel muda

                                                  y estos ojos colgados

jueves, 8 de diciembre de 2011

Paradoja (dos espejos) Pablo Sallaberry




Cuando dejes de correr sobre espaldas que aun no merecen ni un titulo de azotes.
Cuando puedas, con tan solo un pie, apagar la luz de un leño…cuando puedas, como digo, sin la necesidad de derramarte íntegra sobre el fuego que evoluciona, digo, cuando puedas.
Cuando sepas clavar una estaca entre medio de dos ojos, como vengo diciendo mientras separo los brazos… decía, entre dos ojos sin tener que verme en la mamífera necesidad de pretenderte disecada.
Cuando decidas planear hacia estas manos de tinta, digo que presente es, ahora y sin espacio a rebabas, solo un medio indivisible, una excusa liquida inmune a los envases que se derrama sobre las espaldas por donde corres a la par de un mientras empecinado en mentirte los mismos inviernos, una y otra vez… digo, al mismo tiempo en el que mis manos se apagan dentro de dos bolsillos que poco creo conocer

lunes, 5 de diciembre de 2011

Espera (Pablo Sallaberry)


Hacia el mar camina     oliendo a espera
    con su libro de escritos pobres e insuficientes
El libro es     tal vez     una extensión de sus manos
    y le ha puesto un nombre sin conocerlo aun
    porque huele a espera todavía
 Es la estúpida mas enamorada que vi desaparecer desde este faro
Y la espera; la misma puta dama de siempre
    a la que cualquier tripulante violaría  bajo un eclipse de dudas 
    una y otra vez    siempre y cuando exista a su alcance
    un mar en donde poder ahogarse