lunes, 28 de noviembre de 2011

Venas mudas (Pablo Sallaberry)

Ilustracion: Facundo Sanchez Gerling  



 “…un hombre intenta revelarse… un sistema de hombres aplasta la idea…”


El niño dice:
-¿Que siembra, señor?
-Cuanta idea pueda dar fruto
-¿Esto es un campo de ideas, señor?
-Si, pibe
-¿Y, donde están? No se ve nada sobre la tierra
- Es que todavía no es temporada, aun no dan frutos y recién estoy enterrando las últimas
-¿Y cuando podré ver una?
-¿Tenes una idea? Yo puedo comprártela
-Es que solo tengo una
-Decime cual es y te digo cuanto podré darte por ella
-Traigo la idea de la paz


El sembrador estalla en una carcajada que se apaga de a poco al ver las lagrimas en el rostro frío del niño, lleno de retazos que forman un solo uniforme, con una sola intención; la supervivencia a los inviernos.


 -Dejame verla…

Tu idea brilla bastante, nunca vi algo así, puedo darte millones por ella.
- Pero es que aun no se contar
- No importa, con una pequeña porción de lo que recibas podrás contratar un contador. Tu solo debes gastar el dinero.
- ¿Que es el dinero?
- Son papeles que podrás intercambiar por muchas cosas que quieras comprar
- Esta bien. Le daré mi idea. Pero con una condición.
-¿Cual?
- Que me deje ver crecerla
-Trato hecho
El pequeño se lleno de dinero en cuestión de minutos.

Los meses pasaron y la semilla que portaba la idea de la paz dio sus frutos, pues la tierra comenzó a abrirse, los llamados ríos fueron abandonados por el agua y los árboles se tornaron grises y pausados espectros.
Toda la naturaleza se oculto. Solo por un tiempo… hasta que el último hombre la abandono por completo.

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